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Por favor, si leeis las entradas me gustaría que comentarais, los comentarios son los que me dan fuerza, los que me hacen ver si de verdad merece la pena tener un blog... por favor, si no quereis hacerme un testamento os dejo ponerme solo una: :) si os a gustado, una :| si os a parecido normal o una :( si no os a gustado. Simplemente eso...Muchas gracias a todo! Besoooooos! :D

Esas personitas, que me dan ánimos todos los días:

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cambios, Cambios y MÁS Cambios...

Bueno, como habéis podido comprobar he cambiado un poco el diseño de mi blog ¿Os gusta? Si no so gusta lo vuelvo a cambiar, a mi ahora este me gusta mucho, y bueno he añadido cosas, como los pececitos (abajo de todo) contador de visitas etc... bueno, pero aún quiero hacer más cambios jajajajaa como por ejemplo cambiar el título, sí, a mi me pasa como a la mayoría me pidieron el título y puse cualquier cosa, y ahora lo quiero cambiar, tengo algunas ideas para un nuevo título: "¿Sabes qué te quiero?", o como "Amor, desamor y una pizca de azúcar" (jejejeje tengo ganas de algo dulce :3) bah, estos dos no me convencen, sobre todo el segundo que es una parvada, pero en fin, tampoco estoy inspirada asique os agradecería que comentarais con vuestras opiniones y títulos para mi blog, entonces si alguno me gusta, lo pondré de título y eso será mérito vuestro! : D Un besooo y por supuesto ¡NO OS OLVIDEIS DE COMENTAR!

martes, 27 de diciembre de 2011

♥Navidaaaaaaaaaaad! ♥

♥Bueno chicas, nada desearos feliz navidad, que os traigan muchos regalos y que el 2012 se genial y tengáis muchas alegrías! :) Porque os las merecéis! : D Así que espero que estas navidades sean muy especiales para vosotras, y que seáis muy felices para el año que viene así que nada un besazoo y FELIZ NAVIDAD A TODOS! : 33 P.D: No os atragantéis con las uvas! (; ♥

lunes, 26 de diciembre de 2011

Capítulo 8

-Guillermo, ven a ver esto-Ester avisa rápido a su marido.
-¿Qué ocurre?-Dice este mientras se despereza de la siesta que se acaba de dar.
-Tu hija-Ester le señala la ventana con cara de preocupación y Guillermo mira por ella, es cierto, allí está su hija, Alba, con un chico, besándose. Guillermo mira a Ester, a él no le parece tan terrible.
-Ya iba siendo hora, ¿no?-Dice intentando quitar hierro al asunto.
-¡Por dios, Guillermo! ¡Me ha mentido!.
-Es joven, quiere divertirse, entiéndela, recuérdanos a ti y a mi, hacíamos cosas peores ¿Recuerdas?-Dice esbozando una sonrisa mientras la rodea con los brazos.
-¡Pero me ha mentido! Me dijo que estaba con Emma, no morreándose con un chico, que ni siquiera conocemos.-Dice esta apartando los brazos de Guillermo.
-Hay mujer, ¡no va a hacer nada malo! Le gusta ese chico, y se están besando ¿Tan malo es?.
-Sí, porque si ya me miente con esto, cuando haga cosas peores...no se que pasará.
-Alba es lista, la hemos educado bien, no va a hacer nada malo.
-No entiendes nada, no conoces a tu hija, es inocente, se deja llevar muy fácilmente...¡Lisa, ven aquí!!.-La puerta de la cocina se abre, una cabecita se asoma por ella.
-¿Si, mamá?-Lisa ve a su madre preocupada y a su padre desesperado.-¿Qué pasa?
-Ven aquí ahora mismo.-Lisa se acerca asustada.
-¿He echo algo malo?.-Dice mientras se sitúa al lado de su madre.
-¿Qué? ¡No! Mira-Señala la ventana, Lisa mira por ella.-¿Tu sabías algo de esto?-Lisa mira a su hermana besándose con Óscar.
-¡Oh, madre mía! ¡Voy corriendo a llamar a Andrea, se va a morir cuándo le diga que Alba se ha besado con  Óscar!-Dice Lisa corriendo a su cuarto, da un portazo, y Ester y Guillermo se quedan solos.
-¿¡Ves!? ¡Hasta Lisa lo sabía y no nos dijo nada!-Guillermo sonríe, en realidad comprende a Lisa y Alba, si Ester hubiese sido su madre, tampoco él se lo hubiera contado.
-Mujer, son niñas, ¡Relájate!-Dice abrazando a su esposa, vuelve a echar un vistazo por la ventana, Alba ya está entrando en el portal y Óscar subiéndose a la moto.
-Se va a enterar.-Ester se separa de Guillermo. Desde la habitación de al lado de escuchan risas, gritos y cosas como "¡Qué fuerte!". Suena el timbre de casa, Ester se dirige a la puerta para asesinar a su hija, Guillermo le lanza una mirada de complicidad en el último momento, inútilmente, Lisa sale de su cuarto y aguanta la respiración, Ester abre la puerta.
-¡Hola, mamá...!-Dice Alba esbozando un sonrisa que se rompe al instante-¿Qué pasa?-Su madre va a hablar pero por suerte, su queridísima hermana está presente.
-¡Alba! Ven, corre te tengo que enseñar una cosa.-Dice Lisa cogiendo de la mano a Alba y echando a correr hacia su habitación. Salvada. Cierra la puerta con el pestillo, y tira a Alba encima de su cama.
-¡¿Pero qué os pasa a todos?!.
-Alba, nuestra ventana ¿A dónde da?.
-Pues...a la calle.
-¿A qué parte de la calle?-Indirectas.
-Pues al portal...-Se ha dado cuenta-¡Oh, no!
-¡Oh, sí!-Lisa sonríe, ahora se lo tiene que contar sí o sí.
-¿Me han visto?-Por favor, que no hayan visto nada, por favor...piensa Alba.
-¿Qué si te han visto? Mamá te iba a asesinar, por suerte fui más rápida.
-Me he metido en un lío.-No le piensa dar las gracias, es su hermana, eso lo tiene que hacer cualquier buen hermano, así que darle las gracias, queda descartado completamente.
-Papá te apoya-Alba piensa que eso da igual, mamá es la que manda en casa, pero se ahorra comentarlo, por si Lisa aún no se ha dado cuenta.
-Vale, pero mamá...-Petan a la puerta.
-¡Lisa, abre la puerta!- Su madre, Lisa se queda en el sitio, no la piensa abrir-¡Cómo no la abras te castigo!-Amenazas, ya tardaban, no las escucha.
-Lisa, ábrela, me da igual.
-¡Ábreme la puerta!
-¿Segura?.
-Sí, segura, además no hice nada malo.
-Está bien-Lisa se dirige a la puerta y gira el pestillo, abre la puerta lentamente mientras se esconde detrás, la madre entra como un torbellino a la habitación.
-¡Alba, a la cocina, ya!-Alba se levanta, sabe que le va a caer un castigo, pero ese beso, ese día, es superior a cualquier castigo, su madre y ella van a la cocina, Lisa sale tras ella y se queda en el salón, junto con su padre.
-Papá, tu estás con nosotras, ¿no?-Guillermo mira a su hija, que guapa, piensa, lo que piensan todos los padres.
-Sí, cariño, pero tu madre...ya sabes como es, ¿Sabes? tú te pareces a ella-¿Cumplido? Nunca lo sabrá.
Gritos procedentes de la cocina les indican a los dos que Ester ha entrado en acción.

Domingo, castigada un mes, no es tan malo, el sábado ha merecido la pena. Suena el teléfono, número desconocido.
-¿Si?
-¿Cierta señorita está libre?-Alba sonríe, es él, se tumba en su cama.
-Cierta señorita está castigada por su culpa.
-¿Por mi culpa? ¿Por qué iba a estarlo por mi culpa?-Alba, frunce el ceño.
-¿Óscar?
-No, Rubén.-Desilusión, Alba se entristece.
-Perdón, confundí las voces-Excusa barata, pero intenta que cuele.
-Ah, vale, no pasa nada-No ha colado, la voz ha sonado triste.-¿Entonces estás castigada?.
-Pues sí.-Alba suspira al otro lado del teléfono.
-Vale, entonces nada, ya te llamaré otro día.-Rubén intenta colgar.
-¡Espera!-Por poco.
-¿Sí?.
-¿Para qué llamabas?.
-Por si te apetecía dar una vuelta.
-Ah, vale, no, no puedo, ya sabes por qué, pero otro día sí.-Alba acaba de recordar esos ojos verdes, a ellos no les puede decir que no.
-¡Vale!-Una voz más animada se despide.-¡Ciao!-Cuelga. Un domingo aburrido y sin nada que hacer, ya encontraré algo, piensa Alba, se conecta, no hay nadie, son las siete de la tarde, mejor será preparar las cosas de mañana, otro terrible lunes, de pronto recuerda el mensaje de Óscar, no va a ir a clase...pero si lo hace, le caerá un castigo peor...le da igual, estar con Óscar compensa cualquier castigo.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Capítulo 7

Sentados en la arena, ella apoya su cabeza sobre el pecho de él, este la rodea con sus brazos, miran el mar, los dos sonríen a la vez. Están empapados y en ropa interior, el sol no les calienta ni los seca.
-Esto es increíble-Dice Alba.
-¿Solo increíble? Maravilloso.
-Más que eso pero hace frío, como coja un resfriado será por tu culpa, por querer que me bañase contigo.-Bromea Alba.
-A merecido la pena ¿no?.
-Sí, pero me estoy helando. -Óscar coge su chaqueta de cuero y se la coloca a Alba sobre sus hombros.
-Ahora ya todo es perfecto.
-Gracias-Dice esta que se gira y le abraza, permanece con su cabeza sobre el hombro de él, y él, abrazado a ella. Él le sujeta la cara y la besa, sus labios saben a sal.
-Te quiero.-le susurra Alba al oído, no obtiene respuesta.
-¿Qué hora es?-Le pregunta este. Alba pega un brinco y mira su reloj, que por suerte era acuático.
-¡Mierda! Son las dos y media...¡Mi madre me mata! Me tengo que ir...
-Te quedas.
-¿Cómo?
-Llama a tu madre y dile que no vas a comer.
-Está bien...pero ¿y si no me deja?.
-No vas de todas formas-Alba le mira con el ceño fruncido pero hace lo que le ha dicho, se inventa la excusa de que se ha encontrado con Emma y que se han ido a comer una pizza por ahí, la madre le da permiso.
-Me ha dado permiso-Dice volviéndose a acurrucar en su cuerpo.-¿Pero qué vamos a comer?
-Ya verás.-Le dice Óscar que la aprieta más contra su cuerpo, no la quiere soltar, la necesita consigo. Se quedan así un rato hasta que se secan, después, se visten, Alba se sube a caballito de Óscar y así la lleva hasta su moto, los dos se suben y dejan atrás ese increíble lugar. Pronto, detrás de otros acantilados, aparece un pueblo marinero, hay pocas casitas, y están pintadas de distintos colores cada una, es acogedor, todo parece muy tranquilo.
-¿Vamos a comer aquí?.
-Sí-La moto para, y los dos bajan.-¿Has comido alguna vez una hamburguesa de este pueblo?.-Alba niega con la cabeza.
-Pues son las mejores, ven ya verás.-Óscar la coge de la mano y la lleva hasta la entrada de una casita amarilla, al lado de la puerta hay un banco de piedra donde dos señoras mayores charlan alegremente.-Buenos días, María.-Dice Óscar, una de las señoras la más alta deja de hablar y gira la cabeza.
-¡Óscar! Hola, ¿qué tal?.
-Muy bien, Me preguntaba si me podrías preparar dos de tus riquísimas hamburguesas-Le pide este sonriendo.
-¡Por supuesto, ahora mismo! Pasa.-Dice María que entra en su casa seguida de Alba y Óscar.
-¿Es tu abuela?-Pregunta Alba.
-No, ni de broma, no me gustan los viejos, nunca me han gustado, pero esta señora, esta señora es una excepción.-Llegan a la cocina y la señora les entrega dos hamburguesas una a Alba y otra a Óscar.-Muchas gracias María.-Dice mientras los tres salen
-De nada, ya sabes, vuelve cuando quieras, y pasarlo bien, que después te haces viejo y ya no puedes disfrutar de...en fin ya me entendeis-Dice esta riéndose mientra Óscar y Alba se van.-Adiós bonita.
-Mima...es peor que yo-Dice Óscar.
-Me ha parecido muy simpática-Dice Alba, mientras se dirigen hacie la moto.
-Si la metieras en una discoteca, provocaría más que una tía joven.-Óscar vuelve a coger de la mano a Alba, esta sonríe feliz.-No vamos a ir en moto, vamos andando. Alba y él, andan hasta una cala cerca del pueblo.
-¿Vamos a comer aquí?.
-Sí, ¿Te gusta?.
-Mucho, enserio, Óscar, eres increíble.-Óscar se queda callado-¿Te ocurre algo?
-No, nada.
-Ah, vale -Le digo algo bonito y no me responde ni dice nada, piensa Alba. Silencio.
-Siéntate.-Los dos se sientan en la orilla, mojándose los pies. Óscar le entrega una hamburguesa. Alba comienza a comerla.
-Dios, ¡está buenísima!.
-Te dije que lo estaría.-Los dos comen, en silencio, de vez en cuando dicen algo o se ríen, pero solo cosas sin importancia, cuando acaban se secan los pies y se van, los dos suben a la moto y emprenden el viaje de vuelta a casa. Esta vez, Alba lleva los ojos abiertos, Óscar no le pone la venda. Dejan atrás el pueblo y la espectacular playa y siguen la carretera que serpentea entre los acantilados, un solo giro de ruedas en falso y la moto se cae por la pendiente. Alba observa el mar, infinito, no acaba, la brisa y el olor a sal aún se percibe desde esa altura. Óscar, subido a la moto, lleva puesta su chaqueta de cuero y las gafas Ray Ban en los ojos. Alba se estruja en su espalda, huele la chaqueta de cuero, huele a cuero, naturalmente, pero también al olor de Óscar, le encanta. Su pelo, sin ningún gorro, vuela libre con el viento. Cierra los ojos por si sola, y deja que el aire fresco de invierno le golpee la cara, demasiado frío, vuelve a abrir los ojos y observa el paisaje, increíble. El trayecto continúa sin ningún problema. Pronto los acantilados quedan atrás, y la tierra lisa se abre ante ellos, ya no se ve el mar, solo un río, en seguida llegan a la ciudad, al portal de Alba, los dos se bajan de la moto.
-Gracias por este día.
-Alba, si ha sido maravilloso es por qué has estado tú.-Óscar se acerca a ella y la besa, Alba se deja besar, le encanta que la bese, él le encanta. Ninguno de los dos se da cuenta, de que alguien los está viendo desde la ventana.

martes, 20 de diciembre de 2011

Capítulo 6

Tumbado, los rayos del sol corretean sobre su pecho desnudo, hace frío, pero no importa, las olas rompen contra la orilla, los arboles no se mueven, parecen estatuas, el acantilado a la derecha lucha por ganarle la batalla a las olas que chocan contra él fieramente, se incorpora, respira, se quita el pantalón y corre hacia el agua, está congelada, cierra los ojos y sonríe, hace el muerto, deja que el agua le congele hasta la última parte de su cuerpo, se queda así un buen rato, pensando en nada y en todo, abre los ojos y el sol le daña los ojos, se sumerge y observa a los peces, sale del agua, se pone el pantalón y sin secarse se sube a su moto y se va. El viento le da en la cara, es por la mañana, temprano ¿Serán más de las seis? No, y tampoco importa, está amaneciendo, ha pasado la noche fuera, ni siquiera recuerda como se llamaba, solo que estaba buena, pero el nombre es lo que menos importa, no la volverá a ver.


Una bonita bufanda cuelga de su cuello, formando círculos en el viento, ondeando como una bandera, el aire le arranca el olor a su delicado perfume, lleva un gorro, violeta, que le cae hacia un lado, un bonito vestido verde a juego con unos leotardos esquivan los charcos que han quedado de la noche, un grueso abrigo la aísla del frío que hace en la calle, de pronto se para delante de un escaparate, el vestido, aquel vestido rojo, tan bonito que vio el otro día en le centro comercial, en esa pequeña tiendecita está más barato porque es de segunda mano, pero sigue siendo caro, suspira, y sigue andando por la calle, sábado, las ocho y media de la mañana, solo se le ocurre a su madre despertarla a esa hora para que le compre unas pastillas en la farmacia. Las lleva en uno de los bolsillos de su abrigo verde botella, no es muy alta, más bien bajita, su cabeza piensa en mil cosas a la vez, está enamorada, pero todavía no sabe muy bien de quién. La calle está vacía, solo pasa un Mercedes por su lado. Entra en su edificio y sube por el ascensor, a esas horas ya huele a tabaco, Lucky, llega a casa y el calor la sofoca, se quita el abrigo y le da las pastillas a su madre, se mete en el baño, se quita toda la ropa y se mete en la ducha, con el sonido de la ducha no escucha el mensaje que le han enviado, por lo que tardará mucho en leerlo. "A las once y media en el Teatro París".

Espera, impaciente, pasan de las once y media, no se da por vencido, espera más, sabe que irá, tiene que hacerlo.

Alba sale de la ducha, y se viste con la misma ropa que antes, coge su móvil y lee el mensaje, mira el reloj apresurada, doce menos cuarto, sale disparada de casa con la excusa de que tiene que ir a comprar una cosa para clase y echa a correr, queda bastante lejos el Teatro de su casa, coge el metro, que la deja casi al lado, echa a correr, mira el reloj, doce en punto, probablemente el que le mandó el mensaje ya se habrá ido, no sabe quien es, pero lo intuye, llega corriendo al Teatro haciendo resonar los zapatos en la acera, allí está, sonríe, no se esperaba a otro, él le sonríe también, su moto está a su lado. Ella se para en frente de él.
-Pensé que te habías enfadado, estaba preocupada.
-¿Te preocupas por mi?-Sonríe él.
-Pues...sí.-Él sigue con su cazadora de cuero, como siempre.
-Pues no te preocupes más por mi, ¡Jo! Hoy vienes muy tapada, con lo bonitas que son tus curvas.-Ella se sonroja.
-Pues te tendrás que fastidiar.-Dice resuelta.
-No, nunca me quedo con las ganas.-Los dos se sonríen.-Cierra los ojos.
-¿Para qué?
-Quiero llevarte a un sitio.
-Esta bien-Ella cierra los ojos, sonríe cuando nota la venda sobre sus ojos. Él la ayuda a subir a la moto.
-Agárrate fuerte.-Dice, Alba se aprieta a su espalda, su corazón va demasiado rápido. La moto arranca y Óscar la lleva por la carretera, un poco de claridad se cuela entre la venda de Alba, el viaje es largo, pero los dos lo disfrutan. Al llegar Óscar lleva a Alba hasta la arena, la misma donde ha estado tumbado esta mañana, y le quita la venda, lo primero que ve Alba es el mar, un "¡Ohh!" se escapa de su boca, mira a su derecha el acantilado, los árboles, el horizonte donde el mar y el cielo se funden sin ningún intruso más. Alba se gira hacia Óscar y lo abraza.
-¿Te gusta?
-Me encanta.-Dice esta sonriendo lo más que puede.
-Es mi sitio, mi escondite, está muy escondido entre los acantilados por eso casi nadie lo conoce.
-Dios, es precioso.-Óscar le devuelve el abrazo.
-¿Quieres bañarte?.
-¿Qué? ¡No! Hace frío ¡Ni hablar!.
-Está buenísima.
-No, no me baño- Óscar se queda en calzoncillos y corre al agua, se mete de golpe, de cabeza, sale enseguida.
-Está muy buena.
-Vale, pero no me baño.
-Sí, te vas a bañar.
-¡Qué no quiero...-Óscar no la deja terminar y la coge en brazos mientras la lleva a la orilla.-¡Bájame!-Alba patalea, y grita, inútilmente.
-Relajate, te vas a hacer daño-Le regaña Óscar.
-Vale, vale me baño, pero déjame quitarme el vestido, que si llego empapada a casa me matan-Alba corre a la arena, mientras Óscar se sumerge en el agua, Alba se desviste y se queda en ropa interior, un bonito sujetador a juego con unas bragas color blanco con bordados lilas es lo único que tapa su cuerpo. Se acerca a la orilla un poco incómoda, Óscar la mira, sonríe, Alba se incomoda aún más.
-Vamos, ¡Al agua!.
-Es que está muy fría...-Óscar sale del agua y la mira a los ojos, Alba lo mira y se pierde en su mirada, Óscar aprovecha y la agarra por las piernas y se la cuelga al hombro.
-¡Bájame, idiota!-Ríe Alba dando patadas y puñetazos, otra vez, inutilmente. Óscar no la escucha y se tira al agua con ella. Alba nota que el agua le corta las piernas y sube a la superficie inmediatamente, nada un poco hacia el fondo para entrar en calor, con los ojos cerrados-¡Imbécil, te odio!-Abre los ojos, no hay nadie.-¿Dónde estás?-No tiene tiempo a decir nada más alguien la sumerge, está muy profundo, abre los ojos y ve a Óscar, le sonríe, y ella también, Óscar sube arriba a por aire y ella le sigue.
-Te odio-Le dice sonriéndo.
-Está buena el agua ¿A que sí?, por cierto, te dije que no me quedaría con las ganas de verte en ropa interior, y lo he conseguido.-Alba se ríe, ya se ha acostumbrado a él.
-Bueno, no te acostumbres-Le dice ella. Óscar se abalanza sobre ella y la sumerge de nuevo, los dos abren los ojos y Óscar la empuja hacia el fondo, abajo el agua está aún más fría los dos mueven los brazos para no flotar a la superficie, Alba tiene la piel de gallina, se miran, y se acercan, Óscar la agarra, y la atrae hacia sí, esta vez nadie los interrumpe, se besan, el corazón de Alba se desboca y piensa "¡Por fin!", cierra los ojos y se deja llevar, se olvida de que está en el agua, los dos lo hacen, se olvidan de todo excepto del otro, no se dan cuenta tampoco de que por la sal, han flotado y ya están en la superficie, pero ellos se siguen besando, Alba subida a Óscar, en aquel paisaje, en aquella mañana, en aquel instante, que va a recordar siempre.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Capítulo 5.

Alba se cansa de esperar y se tumba en su cama, su hermana Lisa se ha ido hace ya una hora a clase de clarinete. Alba coge su portátil Apple gris, con la manzana justo en el medio de un gris más oscuro y con las uñas recién pintadas teclea tuenti abre sus sesión y mira las novedades, antes de comenzar a chatear abre otra ventana y teclea facebook, mira todas las novedades y abre otra ventana más en la que escribe twitter y escribe un nuevo estado "¿Que significa eso?" suena una musica, viene del tuenti abre esa sesión y es Emma. Alba la llama y le cuenta todo, desde la otra linea del teléfono solo se oyen los gritos de Emma y Alba decide contárselo en persona, así que quedan por la tarde.




-¿Le metiste mano?.-Cigarro en la boca.
-No, no la quiero solo para eso.
-Tío, me estás fallando-Suelta una bocanada.
-¿Y tu?, ¿Qué pasa con Sara, la has vuelto a llamar?.-Enciende un cigarrillo con destreza y se lo inserta en los labios.
-Nada serio.
-Le has echo daño.
-Son tías, ¡Solo saben sufrir!.-Tira la colilla al suelo, sin apagar y se levanta del banco lleno de grafito. Su amigo se queda callado disfrutando todavía de una bocanada.
-Sufren, si les haces daño.
-No me eches un sermón como mi madre, además tu también has echo daño a muchas.
-Nunca lo he querido.
-Pero lo has echo.
-Por lo menos yo no solo busco sexo.
-¡Pues yo si!
-Eres un cerdo.
-Óscar, que no estoy de humor para discutir.
-Yo no me tiro a la primera que pasa.-Apaga la colilla y la tira al suelo.
-No me provoques.-Óscar se levanta al fin del banco.
-¿Quieres pelea?-Sonríe, su amigo también, los dos saben que no va enserio.
-Empieza.-En sus ojos castaños brilla una amenaza.
-Álex, sabes que te puedo.
-He entrenado.
-Pues no vamos a pelear.
-¿A no?
-Carrera hasta la calle real, te dejo diez segundos de ventaja.
-No necesito esos diez segundos.
-Demuéstramelo.
-Adelante.-Álex coge su casco y se lo pone, Óscar ríe y se sube a la moto.
-¿A la de tres?-Dice Álex.
-Venga, cuenta.
-1, 2...-Óscar sale disparado con la moto-¡HIJO PUTA, ESO ES TRAMPA!-Álex arranca la moto al instante y sale disparado tras su amigo.


-¡Dios, que bonito!-Chilla Emma.
-Emm...si tu lo dices...-duda Alba.
-Sí, mujer sí, entonces tu hermana lo sabe, ¿no?.
-Sí, y lo conoce.
-¡Que fuerte...!-Alba bebe un batido caliente de chocolate, Emma solo masca chicle sabor fresa.
-¿A dónde vamos?.
-Hum...a ¡el centro comercial! Necesito comprarme un vestido.
-Está bien.-El centro comercial está en una de las grandes callejuelas de la gran calle real. Hay un semáforo. Rojo.-Hay que esperar, como siempre.
-Mira aquellas motos...van muy rápido.
-Sí, pues mira más o menos así fue él de rápido.
-¡Qué subida de adrenalina!.-Las motos se acercan a toda pastilla desde el comienzo de la calle, son solo dos las que corren. Están ya muy cerca, casi en el paso de cebra.Verde.
-Vamos, ¡Rápido!.-Dice Emma que echa a correr y cruza enseguida, Alba aún está al otro lado y se dispone a cruzar pero la motos ya están el paso de cebra.
-¡Cuidado!-Chilla alguien detrás suya y siente una fuerza que la tira para atrás, la primera moto pasa a toda velocidad y por poco la atropella,pero por suerte no le ha pasado nada, bueno, por desgracia el espejo de la moto le ha dado en el batido de Alba y se le ha derramado en su ropa. La segunda moto, aminora la velocidad, y para en frente de Alba, aún sorprendida por la escena.
-¿Se encuentra bien, señorita?-Dice el conductor de la segunda moto, lleva puesto el casco, por lo que no lo reconoce. Alba reacciona.
-¡No! No estoy bien, me he manchado la ropa por vuestra culpa ¡Estúpidas motos!, ¡Estúpida velocidad! ¡¿Hay un paso de cebra en verde para los peatones y no se os ocurre aminorar la velocidad?! ¡Idiotas, os tendrían que poner una multa!.
-Señorita, la mancha de su ropa sale, y usted sigue viva, así que no existe tanto problema.
-No, ¡No sale! ¡Gilipollas, vete con tu estúpida moto de una vez y déjame en paz!.
-Creía que te gustaba pasar tiempo conmigo.
-¡Pues estás muy equivocado!
-Lo siento, señorita, ya regañaré a mi amigo.
-¿Y mi ropa? Me vais a pagar lo que costó.
-La mancha saldrá.
-¡No!.
-¿Confías en mi?.-De pronto Alba se pone pálida, no se había dado cuenta, ¡Qué idiota, pues claro que era él!, se fija en el casco, idéntico, en su voz, la misma y la preciosa moto, tan deslumbrante como antes.
-¿Óscar?-Óscar se quita el casco y la mira fijamente a los ojos.
-El mismo.-Dice sonriéndo.
-Lo sien...
-No se preocupe señorita Alba, no la molestaré más.-Y dicho esto Óscar se aleja en su moto.
-¡Que gilipollas!-Dice una voz masculina detrás suya, ella se gira y por segunda vez se pierde en esos ojos verdes...-¿Estás bien? Toma.-El chico le entrega un "kleneex" para que se limpie
-Si, gracias-Acierta a pronunciar ella, mientras se limpia malamente.
-¡Eh! Eres la chica con la que me choqué hoy-Dice él, sonriendo, todos su dientes blancos se alinean en perfecta armonía.
-Si, soy yo.
-¿Qué tal tu codo?
-Pues mejor, gracias.-Silencio, pero a Alba no le hacen falta palabras, prefiere perderse en sus ojos.
-Soy Rubén, tu Alba, ¿no?.
-Sí, Alba.
-La mancha no sale.
-¡Mierda!.
-Tranquila, yo tengo aquí una chaqueta que le acabo de comprar a mi hermana, póntela y así no se te verá la mancha.-Dice Rubén mientras saca de una bolsa una chaqueta bastante fea color beis con bordados en rojo y violeta, un horror, pero que por suerte tapa la mancha.
-Muchas gracias.
-¡Alba! ¿estás bien?-Llega corriendo Emma.
-Si, gracias a Rubén.-Rubén sonríe.
-¡Hola!-Saluda Emma y Rubén le devuelve el saludo.-¿De quién es el gato atropellado que te has puesto?-Se refiere a la chaqueta.
-De mi hermana-Responde Ruben, Emma se sonroja-A mi tampoco me gusta-Dice para alivio de esta.
-Bueno, ¿A dónde ibais?.-Pregunta Rubén.
-A el centro comercial.
-Perfecto, yo también voy.
-¡Pues vente con nosotras!-Dice Alba en un intento de no separarse de él.
-Esta bien-Ríe él. Los tres van al centro y entran, primera planta perfumes de L'oreal, de Play Boy, de Agatha Ruíz De La Prada, 212...etc, suben, segunda planta, zona hombres esmóquines, camisas, pantalones, suben otro piso, zona mujeres, vestidos, pantalones, camisas, camisetas, chaquetas...etc.
-Yo tengo que subir una planta más a ver un disco para mi hermano pequeño.-Dice Rubén.
-Está bien Alba y yo nos quedaremos por aquí-Responde Emma, los tres se despiden y Emma y Alba van a la zona de vestidos.
-¿Te gusta este?-Pregunta Emma señalando un vestido azul, corto, ajustado en la cadera.
-Sí, pruebatelo y ¿este?-Señala Alba a un vestido violeta, un poco más largo que el azul, un escote bastante prominente y bien ajustado en la cintura.
-Me encanta-Dice Emma-Voy al probador, si ves algo que te guste tráemelo, pero ven pronto, necesitaré tu ayuda.
-Está bien-Responde Alba que se queda mirando los vestidos, hay uno negro, de palabra de honor, muy bonito, pero un poco soso para Emma, aún así lo coge junto con dos vestidos más, aunque menos bonitos, y entra en los vestuarios de mujer. Un olor a colonias, desodorantes y un poco a sudor inunda el ambiente.
-¿Emma?-Pregunta Alba, de pronto un camerino se abre con una patada, es ahí, Alba entra.
-¡Por fin!-Dice Emma-¿Me lo abrochas?-Dice señalando la cremallera de la espalda, tiene puesto el vestido violeta.
-Sí, mira te traje estos.-Emma los coge y los mira.
-Me encantan-Dice finalmente, y los deja sobre una silla mientras se mira al espejo-No me queda bien en el pecho.
-Te queda un poco grande.-Dice Alba fijándose bien en el escote de su amiga-Es para mujeres con más pecho.
-Bah, pásame el azul-Dice quitándose el vestido.-¿Puedes pedir una talla menos? Es que de cadera también me cae.
-Sí, vengo ahora, pero espérame que te quiero ver el azul.
-Esta bien.-Dice Emma luchando por meterse en la pequeña costura azulada. Alba sale y le pide a la dependiente una talla menos, esta le recoge el vestido y se va al almacén, mientras Alba se queda mirando los vestidos, uno rojo, increíblemente bonito, apretado en el torso y suelto por abajo, piensa en llevárselo a Emma, pero a esta el rojo no le sienta bien, se acerca a él y mira el precio, demasiado caro, normal un vestido como ese no puede valer poco, suspira, sabe que nunca se lo pondrá, la dependienta vuelve con una talla menos y Alba se lo lleva a Emma.
-Ya está.-Dice entregándoselo-¡El azul te queda genial!.
-¿Si? Yo lo veo un poco apretado.
-No, enserio estás genial, si fuera hombre me enamoraría ahora mismo de ti.
-Hum...¿Gracias?-Ríe Emma.-Pues me lo llevo los otro no me gustan tanto.-Emma se quita el vestido y se pone su ropa, salen del probador y amontonan los vestidos en los brazos de una dependienta, que les asesina con la mirada.
-Qué guapo es Rubén.-Dice Emma de pronto, Alba se pone roja.
-Sí, mucho.-Emma se da cuenta.
-¿No te gustará también, no?-Pregunta Emma alterada.
-Pues...sí.
-¡Alba! ¿Cómo que te gusta Rubén?-Grita.
-¡Hola chicas!-Dice de pronto una voz detrás de Emma, que se gira y se queda horrorizada, Rubén.
-Hola-Dicen las dos con un hilo de voz.
-¿Qué os pasa?-Pregunta este extrañado.
-Nada-Responde Alba rápida-Es que Emma se está mareando.
-Sí.-Responde esta recuperando el color-Aunque ya se me está pasando.
-Está bien, yo ya acabé, ¿Nos vamos?.
-Sí-Dicen las dos a la vez. Salen del centro comercial y el aire les da en la cara cortándoles la respiración, se puede asegurar que se avecina un duro Diciembre, la gente se abriga con grandes y cómodos abrigos, Alba cierra los ojos y nota como algo la moja suavemente. Llueve. Vuelve a abrir los ojos Rubén le está sonriendo.Ella le devuelve la sonrisa, los tres, sin decir palabra, se van para sus casas, Emma se despide con dos besos de Rubén, Alba le da las gracias, le devuelve la chaqueta, y se despide con un largo abrazo, no lo quiere soltar, pero parecería desesperada, finalmente Rubén y Emma se marchan. Es tarde, llega a casa, se ducha y se pone el pijama, no tiene hambre se va directamente a la cama, pero no puede dormir, dos personas recorren su mente a la vez, no se imagina cuantas noches más no va a poder dormir por culpa esas dos personas.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Gracias! ^^

Bueno esta entrada es para agradecer a mis ¡3 seguidoras! Sois solo tres sí, pero a mí me llega! :) Gracias por apoyarme y comentar en las entradas! :) Por favor seguir  coemntando y dandome ideas, decir lo que os parece que esta mal lo que debería cambiar...acepto criticas! :) pero no seais muy malos...en fin Carmen, Eva y MelinayPandora pues nada muchisisisismas gracias por ayudarme a empezar! Un besazoo se os quiere! ^.^ Ah! y gracias a todos aquellos que leen mi historia desde fuera! : D Soy enormes! :3

Capítulo 4

La ayuda a salir de la moto, y la atrae hacia sí, están cerca, muy cerca, tanto, que cada uno escucha la respiración acelerada del otro. Ella está nerviosa, él más de lo que aparenta, pero la atrae más hacia sí, él le mira a los ojos, pero ella...ella se ha perdido en sus labios, lentamente, el agacha su cabeza y roza sus labios contra los de ella, nota que ella se estremece y duda si seguir o no, pero ella se engancha a su cuello dispuesta a seguir...
-Disculpen, ¿Podrían decir por donde se va a la calle real?-Pregunta un turista no muy oportuno. Alba se desengancha de Óscar, que fulmina con la mirada al turista.-Por favor-Susurra el turista un poco asustado.-Alba mira a Óscar con una mirada de complicidad.
-Gire a la derecha, después a la izquierda y siga recto-Dice Alba amablemente, aunque apenada, la oportunidad se le ha escapado ¡Cuando se lo cuente a Emma, se va a morir!.
-Muchas gracias señorita-Dice el turista, es bajito, gordito y con cara amable, se va tambaleándose hasta que desaparece por la curva. Un silencio incómodo se abre entre los dos.
-No pasa nada, Óscar-Dice con un tono amable Alba, aunque no puede ocultar su tristeza.
-Lo siento-Dice finalmente.
-No tienes nada que sentir-Dice Alba acercándose a él, por un momento Óscar piensa que su oportunidad vuelve pero Alba se limita a besarle en la mejilla. Él se queda quieto, y ella le sonríe.
-Te...te llevaré a casa-Dice Óscar sin levantar la vista.
-Pero...
-Por favor-Ruega él sin mover un solo dedo.
-Está bien-Dice Alba mientras se sube a la moto. Óscar arranca y en todo el trayecto, no dirigen la palabra. "Mierda, ahora nunca más va a querer besarme" piensa Alba, "Mierda, ahora nunca más va a querer besarme" piensa Óscar.De camino encuentran al turista, Óscar gira la mirada, mientras que Alba le saluda, siguen el camino sin hablar, hasta que llegan al portal de Alba.
-Gracias.
-De nada-Óscar se dispone a irse pero Alba lo para.
-Espera.
-¿Qué?.
-Me gustas-dice Alba un poco cortada, por lo infantil que ha sonado, pero esto hace que a Óscar se le ilumine la cara.-Por si lo dudabas.-Óscar sale de la moto y la abraza.
-Enana, no lo dudaba.-Le susurra al oído, se separa de ella, le sonríe, coge su casco y se va en su moto, Alba sube a su casa.
-Cielo, ¿que comiste con Emma?-Le pregunta mamá.
-Una hamburguesa, ¿Qué hora es?.
-Las tres y media-Contesta su padre.
-Voy a mi habitación.
-Esta bien-responde su madre. Alba cierra la puerta de un portazo sin darse cuenta de que hay alguien en su cuarto.
-Vale a mamá y a papá, puede, pero a mi no me engañas.-Dice de pronto su hermana Lisa. Lisa tiene 13 años, a punto de cumplir los 14, es bastante alta, pelo castaño oscuro, y ojos marrones, marrones muy oscuros. Es lista, guapa y simpática, pero una pesada, como todas las hermanas.
-¡Joder, que susto me has dado!-Dice Alba llevándose la mano al corazón.
-¿Dónde, y con quién estuviste?.
-Con Emma.
-Mientes.
-¿Cómo?
-Sí, mientes, vi a Emma irse sola para casa-Dice Lisa. Alba se queda callada y Lisa vuelve a presionar.-¡Confiesa!.
-Está bien-cede Alba.-No estuve con Emma.
-¡Lo sabía! ¿Con quién? ¡Dime!-A Lisa se le han iluminado los ojos.
-Con...Óscar...bah, ni siquiera lo conoces...
-¡¿Óscar Rialverde?!
-Hum...Sí, ¿Lo conoces?-Pregunta Alba sorprendida.
-¡Por supuesto!, Haber, ¿Quién no conoce a Óscar?. ¡Ahora...Cuéntame TODO!-Chilla Lisa.
-Pues me llevó en su moto...
-¡Qué romántico!
-Subió la velocidad...
-¡Qué romántico!
-Me agarré más fuerte a él...
-¡Qué romántico!
-Paró, bajó de la moto...
-¡Qué romántico!
-Me atra...
-¡Qué romántico!
-¡Cállate de una vez!
-Está bien...¿os besasteis?
-Casi...
-¿Cómo que casi?.
-Pasó un turista y nos interrumpió...
-¡Joder!
-Ya, ¡Dios, maldito turista!
-¿Con cuántos te has liado?-Pregunta Lisa.
-Con...ninguno.-Responde cortada Alba.
-¡¿Ninguno?! Yo te echaba bastantes...
-¿Y tú?
-Pues...seis...
-¿¡ME TOMAS EL PELO!?
-¡No, enserio!
-¿Y como es?
-Pues...depende con qué chico, Alberto deja que desear, Manuel...su aliento olía a pescado, Álvaro...¡Ése si que sabía!.
-¿Te gusta?
-¿Quién, Álvaro?
-Si
-Si...pero me hizo demasiado daño, es un idiota.-Alba abre el armario, y se cambia de ropa, no le importa que esté su hermana delante, al fin y al cabo Lisa es mujer y son hermanas.-Alba, me pones-Bromea Lisa. Alba ríe.
-Y tu a mí, ¡grrr!-Le contesta guiñándole un ojo, Lisa se echa a reír, y se tumba encima de a cama, Alba se acerca a ella y comienza a hacerle cosquillas.
-¡Para, por favor!-Dice riéndose como una loca Lisa.
-¡No, no no!-Dice Alba aumentando las cosquillas.
-Ja,ja,ja-Vuelve a reír Lisa-¡PARA!-Alba le hace las últimas cosquillas más fuertes y para finalmente.
-Está bien-Dice con una sonrisa.
-¿Por... la.. tar...de vas... a salir... co..on... él?.-Dice entrecortadamente por culpa de las cosquillas.
-No, además supongo que solo quiere lío.
-No lo creo...¡Dios, está buenísimo!
-Lisa, es MÍO ¿entendido?-Bromea Alba.
-Te lo robaré algún día.-Alba se ríe junto con Lisa.
-Si lo haces...cogeré un hacha y te cortaré en cachitos por la noche-Dice Alba muy seria.-O peor...¡Te haré cosquillas!-Vuelve a decir lanzándose encima de Lisa y haciéndole cosquillas.
-¡PARA POR FAVOR!-Ríe a carcajadas Lisa. De pronto el bolso de Alba comienza a vibrar y una corta melodía llena la habitación: Un mensaje al móvil. Alba deja de hacerle cosquillas a Lisa y sale disparada hacia el bolso, saca el móvil y lo desbloquea. "+1 mensaje en su Buzón de entrada." Alba lo abre.

"Tu también me gustas, enana"

El corazón le comienza a latir rápidamente.
-¿De quién es?-Pregunta Lisa. Alba se pone roja y Lisa lo adivina.
-¡¿QUÉ DICE?!-Chilla Lisa dando un brinco de la cama y corriendo a junto de Alba, esta le enseña el mensaje.-No solo quiere lío...este quiere algo serio contigo.-Alba se queda callada, casi no puede respirar.-Alba, respira.
-No puedo.-Dice Alba-No soy capaz.
-Pues es que si  no morirás y no podrás salir con él...-Alba comienza a respirar.-Pareces más pequeña que yo, ¡ Respóndele!
-¿Y que le digo?
-No se...Si le diste tu número será para algo ¿no?.
-Eh...yo no le di mi número...
-Pues... pregúntale eso.
-¿Como le voy a poner eso Lisa?
-Poniéndoselo, pero tienes razón...ponle...A mi me gustas más.
-Eso es de niño pequeño, además pensará que creo que somos novios.
-Es que lo vais a ser.- Lisa vuelve a la cama, Alba se acelera de nuevo, ¿estará enamorada? no, no puede ser, no se puede haber enamorado del chico malo, no se puede haber enamorado de alguien con quien ha hablado por la mañana por primera vez, pero la verdad es que lo siente, cada vez que dicen su nombre se le acelera el corazón. Y decide contestarle:

"¿Mañana también harás que llegue tarde al instituto?"

Lo envía.
-¡Que bonito...! sobre todo que...¡ÓSCAR RIALVERDE VA A SER MI CUÑADO!-Grita Lisa saltando sobre la cama. Otra vez el móvil  suena:

"Es que mañana no hay clase pero como quieras (;".


"Vale, no pasa nada, ha sido solo una equivocación" piensa Alba que comienza a escribir de nuevo:


"Pues haz que llegue tarde el lunes"-La respuesta tarda en llegar.

"No lo dudes, pero es que el lunes no vas a ir a clase."-Alba se acelera ¿Que ha significado eso?.

"¿Como?"- Alba le escribe inmediatamente, pero esta vez no hay respuesta.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Capítulo 3

Toca el timbre, "otro día aburrido de clase, superado" piensa Alba mientras recoge sus cosas.
-Vámonos-Le dice Emma impaciente.
-Ya voy- Responde Alba, se despide de Emilia con la mano y sale dando un saltito con Emma. El instituto está abarrotado de gente, todos quieren salir, es viernes, la gente se empuja una a otra para salir cuanto antes. De pronto, Alba siente un fuerte empujón en la espalda y cae al suelo.
-¡Eh! Más cuidado.-Grita Emma ayudando a levantar a Alba.
-Lo siento, es que con tanta gente perdí el equilibrio-Alba recoge sus libros, se sacude el polvo y se mira el codo, está sangrando.- ¡Estás sangrando!.-Alba mira hacia arriba y se topa con unos ojos verdes, baja un poco más la vista, y se encuentra con unos labios perfectos.
-No pasa nada, estoy bien-Contesta ella, sonriendo. Él, también sonríe.
-Me alegro-Dice con un destello en los ojos, es rubio, y...para Alba...perfecto.
-¡Vamos, tortuga!-Grita Emma tirando de Alba para salir a fuera. Alba se despide del chico con la mano y una sonrisa se dibuja en su cara.-Tía, te has quedado embobada...¡Oh, Dios mío!-Pronuncia Emma a la vez que se para, esto hace que Alba se choque con ella, y vuelva a la realidad.
-¿Qué pasa?-Pero no necesita respuesta, en frente suya está él, con su sonrisa perfecta, sonriéndole a ella, solo a ella, con su moto y el casco bajo el brazo, Óscar. Alba se queda petrificada, solo escucha los murmullos y cotilleos de las demás chicas que la sacan de su asombro.-¿Qué haces aquí?-Responde ella, su voz tiembla un poco, y se nota que está nerviosa.
-Asegurarme de que ya no estás mojada.-Dice él, sonriéndole, con esa sonrisa perfecta. Hace horas que Alba se ha secado, y, por suerte, ya no llueve.
-Estoy seca, como puedes comprobar.-Dice ella intentando sonreír.
-Muy bien, pero tienes algo mío-Dice él entre risas.
-¡AH, SI!-Recuerda Alba-¡Tu chaqueta! Muchas gracias, enserio.-Dice Alba más tranquila, Emma se queda flipada.
-¡¿Tenías la chaqueta de cuero de Óscar Rialverde y no se te ocurre enseñármela?!-Chilla Emma. Óscar ríe divertido. Alba se sonroja.
-Tranquila, ya te la dejaré a ti algún día-Dice Óscar guiñándole el ojo a Emma que casi se desmaya ahí mismo.
-Bueno...yo me tengo que ir ya...-dice Alba incómoda, mira a los lados, todas la chicas del instituto los están mirando a ellos dos, y a Emma.
-¿Ya? Yo que te quería invitar a un refesco...o una copa, como prefieras-Dice Óscar mirando al suelo. El corazón de Alba se acelera, se da cuenta ¿se escuchará desde fuera?.
-Eh... Es que no bebo alcohol...-Emma no la deja tarminar.
-¡Pues claro que acepta tu invitación-Chilla sonriente- de muy buen gusto!
-¿Y mi hermana y mis padre que?-Le susurra Alba preocupada.
-De eso ya me encargo yo-le contesta Emma en otro susurro, realmente Emma era la mejor.-Ahora ve y ¡diviértete!.-Dice volviendo a subir el volumen.
-Bueno...-Pronuncia insegura Alba.
-¿Vámos? Y no te preocupes por el alcohol, es de día, no vamos a hacer nada malo-Dice guiñándole el ojo.
Emma empuja a Alba hacia junto Óscar.
-Sí, vamos-Dice Alba más segura. Óscar la coge de la mano, y Alba siente que la mano le suda, se concentra en su mano para que no sude más, ¿que pensaría Óscar de una sudorosa?.
-Ponte el casco-dice dándole el casco que hace un momento tenía bajo su brazo.
-¿Y tu?.
-No lo necesito.-Dice sonriéndo, mientras sube a la moto.
-Ya veremos si lo necesitas cuando tengamos un accidente-Dice Alba, acomodándose en el asiento trasero, él ríe divertido.
  Emma se acerca a la carretera.
 -¡Pasároslo bien!-Grita mientras la moto arranca y sale disparada. Emma se queda quieta donde está con una sonrisa orgullosa en la cara.
-¡Eh, Emma!-Se olle una voz detrás de ella, es Miriam.-Bien echo, te digo yo, que tengo un instinto exquisito, que estos dos acaban juntos.
-Estoy de acuerdo-responde ella, y ahí está Estela, con su mirada odiosa en los ojos.-¿Y a ti qué te pasa?,¿Se te murió el perro o...? ¡Ah, ya se lo que es!, no puedes soportar que Óscar prefiera a Alba ¿A que no?-Vuelve a decir Emma triunfante, mientras se va orgullosa. Miriam ríe y Estela la mata con la mirada.
-¿Y tú de que te ríes?-Pregunta Estela enfadada.
-Vamos Estela, no eres una niña pequeña, estás haciendo el ridículo-Vuelve a reír Miriam, y se aleja con Martín dándole un pequeño empujón en el hombro a Estela.


-¿A dónde vamos?-Pregunta Alba.
-A cualquier parte-Contesta él-a perdernos.
-Suena bien.
-Sobre todo si eres tú la que se pierde conmigo-Alba se sonroja y agradece que el casco le tape las mejillas.-Te has quedado muy callada, ¿Te ocurre algo?.
-Es que nunca me perdí con nadie.-Él suelta una risa por lo bajo.
-Tranquila, conmigo estás segura.-"Bueno" piensa Alba "estoy subida en una moto con el chico más guapo del instituto, me dice que le gusta perderse conmigo...habrá que relajarse y pasarlo bien ¿no?"  vuelve a pensar Alba, y, de pronto el recuerdo de unos ojos verdes surcan su cabeza. Instintivamente Alba se agarra más fuerte a Óscar.-¡Eh, enana! que no me dejas respirar-dice riéndose entrecortadamente.
-Lo siento.-Dice aflojándolo.
-No, prefiero que me abraces, me gusta, me siento mejor.-Alba se queda quieta, hay un semáforo en rojo, Óscar para la moto y se gira, le coge sus brazos y se los coloca al rededor de su pecho, el semáforo se pone en verde y mete el acelerador al máximo, esto hace que Alba se estruje contra su espalda.-Así mejor-ríe Óscar.
-Vas muy rápido.
-¿No te gusta la velocidad?.
-La verdad es que...¡¡¡¡AAAAAAH!!!! ¡MÁS DESPACIO!-Grita Alba, la moto va a velocidad de vértigo, Alba no es capaz ni de respirar.
-¡ESTO ES VELOCIDAD, ENANA!-Grita Óscar.
-¡¿VAMOS A MORIR?!.-Chilla desesperada Alba.
-¡ENANA, HAY UNA CURVA, VOY A AUMENTAR LA VELOCI...!
-¡¡NOOOO, POR FAVOR!!
-¿CONFÍAS EN MI?.
-¡NO SUBAS LA VELOCIDAD!
-¡¿CONFÍAS EN MI?!-Responde Óscar más desesperado.
-¡¡¡POR FAVOR...!!!-Dice Alba histérica.
-¡¿PERO CONFÍAS EN MI?!-Vuelve a decir Óscar por última vez, la curva está ya encima.
-¡¡SÍ!! ¡JODER, SÍ, CONFÍO EN TI!-Chilla Alba, Óscar sube más la velocidad, Alba coge aire y se agarra lo más fuerte que puede a Óscar,tanto, que sus uñas traspasan las camiseta de Óscar y se hunden en su carne, ella suelta un gemido, la moto se empina vertiginosamente en la curva, Alba puede oler el olor a asfalto a esa distancia del suelo, cierra los ojos, (apostaría cualquier cosa a que su corazón va más rápido que la moto), y piensa en cosas bonitas...los ojos verdes, otra vez, intenta pensar en otra cosa y consigue centrarse en una playa, imboca el sonido de las olas, el calor del sol, el tacto de la arena...se concentra tanto que no se da cuenta de que la velocidad ya ha cesado, y se suelta de Óscar.
-¡Ey! Enana, ya puedes abrir los ojos.
-No quiero-gime ella aún excitada por el subidón de adrenalina. Óscar ríe.
-Vamos Alba, ¿Confías en mi?-Al oír estas palabras Alba se relaja y comienza a abrir lentamente los ojos, ahora el sol brilla y lo ve a él, sonriendo, esa sonrisa la debilita y relaja más, la moto está parada, él de pié, en la acera, se fija en la marca que sus uñas han dejado sobre su piel, y sobre su camisa.
-Sí, confío en ti.-Dice sonriéndo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Capítulo 2

-¿Dónde estabas?-Pregunta Emma, la mejor amiga de Alba, cuando esta se sienta en su pupitre, Emma tiene el pelo castaño claro, sus piernas y su culo no son tan perfectas como las de Alba, pero esta mejor dotada de pecho.
-Me entretuve...-dice susurrando-con Óscar.-dice poniéndose roja.
-¡¿Óscar?!, ¿El tio bueno de 2 de Bachiller?-Dice Emma casi a gritos.
-¡Baja el volumen! No quiero que la profesora se entere de que me entretuve con un chico.
-No es un chico cualquiera, es ¡Óscar!.
-Que sí, lo he pillado-Dice Alba un poco incómoda.
-Tienes que quedar con él.
-¿Qué?
-Le habrás dado tu número ¿no?.-Le pregunta Emma con el ceño fruncido.
-¿Qué?-Repite Alba-¡Pues claro que...!.
-No-termina Emma- sabía que no, eres demasiado inocente.- Dice mientras vuelve a subir el volumen.
-Señorita Pérez, Señorita Pereira, ¿Quieren compartir algo con la clase?-Dice de pronto la profesora de matemáticas.
-No profesora-Dice Emma-Nada que le interese.
-¡Cállate Emma!, ¡Nos van a castigar!-Le murmura Alba.
-Bueno señorita Pérez, la próxima vez, al que le va a interesar será al director ¿Entendido?-Dice la profesora.
-Si, "profe"-Dice Emma en un tono de burla, mientras la profesora se gira y sigue dando la clase.
-¡Emma, por dios!-Dice Alba mosqueada.
-¡Ey!-Dice Gordon Gredelman, el odioso compañero de clase, antes, de pequeño era una monada...hasta que se volvió adolescente y  ahora tiene la cara como una paella.- Así que de manitas con Óscar ¿No Alba?.
-Cierra el pico ¡Gordon!-Le grita Emma.
-¡Ey! Que no estoy hablando contigo-Replica mientras Emma le lanza una mirada asesina.
-¡No! Solo me entretuve charlando con él.-Dice Alba tímidamente.
-¡Eh Alba! Te recomiendo el condón, la  píldora no siempre funciona-Dice Miriam, rubia, alta, pija, taconazos, camiseta rosa(a pesar del uniforme) y la minifalda del instituto lo más recortada posible. Alba se queda petrificada. Gordon se empieza a reir.-Aunque da menos placer que sin él.
-Miriam, no todas somos tan lanzadillas como tu ¿sabes?- Dice Emma en tono ofensivo.
-¡Ey! Que yo solo la estoy previniendo, ¡no quiero que le hagan un bombo!.-dice Miriam en su defensa.
-Antes de que te lo hagan a ti- Mete cizaña Rosalie, gótica, pelo rubio teñido a negro, uñas sucias y pintadas de color grisáceo.
-Al menos yo tengo quien me lo haga-Dice Miriam con una sonrisa malévola. Rosalie baja la cabeza a su libreta.
-Tía no te pases-Dice Emilia, hippie, flower power, vestidos de colores y flores y el uniforme escolar tuneado con corazones y signos de paz,(la verdad es que en el instituto no son demasiado estrictos con el uniforme).
-No me he pasado, he sido realista.-Dice Miriam sonriendo triunfante. Emma y Alba se miran.
-¡Por favor!-dice Emma a Alba.
-Ya, tía, ¡Me pone nerviosa!-contesta Alba.
-A lo que iba, Alba, condón, ¿okis?-Le dice Miriam con una sonrisa pícara.
-Lo tendré en cuenta-Contesta Alba lo más arrogante posible. En ese instante toca el timbre.
-¡Así me gusta!-Dice Miriam levantándose de su pupitre marcando el culo, se dirige a la puerta donde la está esperando Martín, su novio por esta semana. No pierden tiempo en palabras y comienzan a besarse.
Alba mira a Rosalie ¿Es una lágrima lo que recorre su mejilla?.
-Rosalie, ¿Qué te ocurre?.-Dice Alba con un tono amable.
-¿Qué le va a ocurrir, Alba?-Dice Emma poniendo los ojos en blanco.-Miriam la acaba de dejar en ridículo.
-¡Ey!, Rosalie, ni caso ¿vale?-Le susurra Emilia por encima de su libreta.-Yo me avergonzaría más si fuera como ella.-Dice Emilia intentando animarla. Emilia se sienta delante de Rosalie, por desgracia al lado de Gordon, mientras Rosalie está pegada a la pared y sola.
-Le tenéis envidia-Suelta de pronto Gordon.
-Y tu estás celoso-Le contesta Emma-Reconoce que siempre te ha gustado Miriam y nunca te hizo caso.
-¡Sí! Hubo un tiempo que sí, y estoy seguro de que aún lo recuerda.-Responde Gordon en su defensa.
-Eso fue en preescolar-Dice Alba entre risas-Y te dejó porque le tiraste el bocadillo al suelo, ¿Y a eso lo llamas amor?-Dice Alba soltando una carcajada precedida de risas de Emma y Emilia. Gordon les mira asqueado.
-Tías, todas iguales.-Dice mientras se gira para echar un pulso con Ricardo, otro de la pandilla de Gordon.
-¿No es guapo?-Les susurra Emilia a Emma y Alba.
-¿Quién, Gordon?-dice asqueada Emma.
-¡No boba, Martín!-Dice Emilia con un brillo en sus ojos.
-Si tuviera de cerebro lo que tiene de guapo...-Le contesta Alba-Además es el perrito faldero de Miriam.
-Eso es cierto-Asegura Emma-Aunque la semana que viene ya estará con otro.
-No me importa esperar siete días-Dice Emilia emocionada.
-El tema es que Martín va a seguir detrás de ella.-Se mete en la conversación Estela, mejor amiga de Miriam, al contrario que el resto de las demás chicas Estela es pelirroja y muy pálida, ahora bien, es la más guapa de la clase, y sus ojos verdes resaltan sobre lo demás, excepto por los de Alba, lo ojos más azules de toda la ciudad..-Pierdes el tiempo, por cierto Alba, Óscar es mío, ¿Entendido?.
-Lo siento, en ese momento no me fijé en tu firma bajo su zapato-Dice Alba, lo más borde que es capaz.
Estela la mira con un destello de rabia y odio.
-El que avisa no es traidor.-Dice finalmente.
-A mi eso me sonó más a amenaza-Responde Emma.
-Puede-Termina su intervención Estela que se va a junto de Martín y Miriam y comienza a hacerles fotos.
-Esa si que da asco-Dice Emma. Alba apoya su comentario.
-No hay que tener asco por la gente, todos somos buenos, aunque a algunos les cueste más demostrarlo.-Dice Emilia.
-Ya fue a hablar la flower power-Dice Emma poniendo en blanco los ojos. Emilia se encoje de hombros y abre su libro de Francés. Justo en el momento en que entra lo profesora por la puerta.
-Señorita Vázquez arrumacos en el recreo, por favor...¡ESTELA! ¿Eso es una cámara? ¡Sabe de sobra que están prohibidas! Como no la guarde ahora mismo me veré obligada a confiscársela.
-Ya voy profesora-Dice Estela mascando chicle con cara de asco.
-¡Y tire el chicle ahora mismo!-Vuelve a decir la profesora de francés enfadada. A partir de ese momento las demás horas se pasan rápido, Emma pensando en que Estela le da asco, Emilia pensando en Martín, Rosalie en sus uñas, Gordon en Miriam, Miriam en su culo, Estela en Óscar, Óscar en Alba y Alba en él.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Capítulo 1

Cruza la calle, en la acera de en frente hay dos mujeres con sus hijos esperando el autobús escolar, "llego tarde", piensa, acelera el paso, recuerda cuando cogía el autobús escolar, no tenía que pasar frío, no se mojaba, no llegaba tarde...está lloviendo, hace viento, tiene las piernas mojadas por la lluvia, "estúpido uniforme escolar" vuelve a pensar, lo único que le gusta de su uniforme es la minifalda, que resalta sus piernas esbeltas  y su culo perfecto, pero en estos días de tanta lluvia le resulta insoportable. Mira el reloj, son las ocho y veinticinco, se tiene que dar prisa o no llegará, empieza a correr, salta un charco, y sigue corriendo, ya tiene el instituto delante, se dispone a cruzar la calle pero el semáforo está en rojo a pesar de que no pasan coches, vuelve a mirar el reloj, ocho y veintisiete, "esta vez si que me la voy a cargar" piensa una vez más. Impaciente espera a que el semáforo se ponga en verde, tarda demasiado se dispone a cruzar a pesar de que el semáforo sigue rojo.

-Un buen día para llevar minifalda, ¿no crees?-Estas palabras la detienen en su propósito, se gira para ver quien es el pervertido, ahí está él, sonriendo, con su chaqueta de cuero y el casco debajo del brazo, sus ojos azules brillan y su pelo raso moreno la impresionan, se queda sorprendida y el suelta una carcajada, ella no va a permitir que se ría en su cara.
-Un buen día para copar ¿no?-Responde  irónicamente.
-¿Quién te ha dicho que vaya a copar?- responde divertido. Ella empieza a sonreír también, sabe quién es, lo conoce perfectamente, de vista, claro. Es un año mayor que ella.
-¿Quién te ha dicho a ti que esto es una minifalda?-Lo que acaba de decir no tiene sentido pero él se ríe y ella también.
-Hombre, se nota un poco porque se te está viendo el culo- Él se ríe, y ella mira para abajo, se pone roja de vergüenza pero espera que no se note demasiado. "Estúpido viento" piensa "me ha levantado la falda en el peor momento, ¡CABRÓN!" Sigue pensando, de pronto se da cuenta de la hora, las ocho y treinta y cinco, genial llega tarde. Se gira humillada y empieza a cruzar. Está empapada y roja como un tomate, además llega tarde y le va a caer una bronca tremenda.-Me gusta tu culo, tranquila-se escucha una vez más por detrás, ella se para, se gira y le dedica una sonrisa sarcástica.-Sabes que ya no te van a dejar entrar.-Vuelve a decir-No te merece la pena ir ya.
-Pues si no me merece la pena es mi problema no el tuyo.
-Venga mujer, estás empapada y ya no van a abrirte las puertas, ¿te vas a quedar al aire toda la mañana?.
-Si hace falta.- Empieza a temblar de frío, la americana del uniforme no la calienta nada.
-Toma enana-Él le deja su chaqueta y le guiña el ojo. Ella la coge y la mira
-Gracias pero me voy a clase.
-Bueno allá tu.
-Toma,- dice entregándole la chaqueta.
-No, quédatela ya me la devolverás-le dice dedicándole una sonrisa perfecta.
-Gracias.-Dice ella sonriendo. Los dos se miran y sonríen ella se le queda mirando.
-¿Pero no te tienes que ir?- dice el divertido.
-¡AH, si!-dice ella saliendo del trance le vuelve a dar las gracias y cruza la calle. Al llegar al instituto le cae un castigo, mientras él sonriendo se queda pensando en ella.